La prevención en trabajos repetitivos se enfoca en
reducir la exposición a los factores de riesgo ergonómicos, con el fin de
proteger la salud de las personas trabajadoras y evitar la aparición de
trastornos musculoesqueléticos. Estas medidas deben aplicarse desde el
diseño del puesto de trabajo hasta la organización de la jornada laboral.
Algunas
estrategias clave son:
Rediseño de tareas
·
Alternar actividades que
involucren diferentes grupos musculares para evitar la sobrecarga continua
de una misma zona corporal.
·
Aumentar la variedad
dentro del ciclo de trabajo, integrando movimientos diversos que reduzcan
la repetitividad.
·
Reorganizar las tareas
para que incluyan pausas activas, tiempos de recuperación y actividades de
menor carga física.
Mejora de la postura
·
Ajustar la altura de
mesas, sillas y herramientas de trabajo para promover posturas neutras y
cómodas.
·
Evitar posturas forzadas
o mantenidas durante largos periodos, brindando apoyo ergonómico
(reposabrazos, apoya pies, sillas ajustables).
·
Utilizar dispositivos de
ayuda mecánica para minimizar la flexión, extensión o torsión excesiva de
muñecas, codos o espalda.
Control
del esfuerzo físico
·
Disminuir la fuerza
necesaria para realizar las tareas mediante el uso de herramientas con
diseño ergonómico.
·
Reducir la carga
manipulada o dividirla en unidades más pequeñas y manejables.
·
Automatizar procesos
repetitivos siempre que sea posible.
Organización del tiempo de trabajo
·
Establecer pausas cortas
cada cierto tiempo, especialmente en tareas muy repetitivas.
·
Planificar turnos y
rotación de personal para distribuir la carga física y mental.
·
Evitar jornadas
excesivamente largas sin descansos adecuados.
Adecuación del ambiente laboral
·
Controlar la temperatura
del lugar de trabajo, especialmente en ambientes fríos, ya que el frío
aumenta el riesgo de lesión.
·
Reducir la exposición a
vibraciones provenientes de herramientas o maquinaria.
·
Garantizar una
iluminación adecuada para evitar posturas incorrectas por esfuerzo visual.
Capacitación y sensibilización
·
Capacitar al personal
sobre los riesgos de los movimientos repetitivos y cómo prevenirlos.
·
Instruir sobre la forma
correcta de realizar los movimientos y el uso apropiado de herramientas.
·
Fomentar la cultura del
autocuidado y la importancia de reportar molestias o síntomas tempranos.
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